jueves, 29 de mayo de 2008

El faro de Igeldo

Hoy he realizado el último entreno en bici antes del Onditz. Como en anteriores ocasiones, he realizado el trazado en bici del triatlón, arrancando en frío con la subida al Faro, el Core de la carrera. Ahí está el grupo bueno, ahí se escapan los minutos después hasta Orio y ahí se marcan las diferencias. Hay que sufrir en esa subida. Hoy me he vuelto a ver bien, toda la subida con el 19, sentado, de pie, alternando y con ese punto de dolor en las piernas que te dice que vas ahí y que hay que aguntar.
El resto del recorrido ha sido ligerito, excepto la subida a Igeldo desde Orio, donde también había que probarse, y han salido unas progresiones dignas de mis mejores tiempos de entreno. Arriba ha vuelto la calma y la bajada ha sido de detección de agujeros y puntos negros para los pinchazos.
Por cierto, están parcheando la zona del cemento entre Ventas y Polipaso. No sé si es mejor el remedio o los agujeros, pero así podrán decir que algo han hecho. Sin duda, es el agujero negro de ese triatlón, y le quita muchos puntos.
Puestos a mencionar detalles, también me pregunto cómo un triatlón organizado por un club privado y con más premios en metálico puede costar lo mismo que un triatlón organizado por la federación de triatlón. ¿A dónde va la pasta que se levanta la federación en la organización de su prueba? ¿debe ser el precio el mismo que el de una carrera igual, con mejores premios, pero organizada por un club, donde se supone que siempre hay cierto ánimo de lucro? son reflexiones vagas, pero por si alguno quiere hacer lo mismo, las hago públicas.

3 comentarios:

wallace78 dijo...

Yo suelo bajar un poco el pistón al pasar por el tunel, pero este año espero llegar fuerte hasta arriba, y lo que pierda en la bajada, recuperarlo en una serie de 1 km en la avenida Tolosa...

Beto dijo...

hasta el túnel hay que apretar, pero de ahí a la curva anterior del faro es donde hay que rematar y donde las patas duelen. La curva de 180 grados hasta la bandera recuperar un poquito y guardar los resquicios para el último empujón en el cacho de carretera levantada, que es un asco, hasta pasar el tunelcito del parque. A partir de ahí, flat out hasta la curva Horner. Qué lección nos dio a mí y a Lauren pasándonos a los dos por el interior mientras decía "brakess???"
Triunfaremos seguro ya lo verás!

Unknown dijo...

mucho control del recorrido veo yo ;-)