El descanso, el entrenamiento más duro y más eficaz

El post de hoy va sobre un tema que adelanté en uno de las primeras entradas del blog, el descanso. Y es que aquellos momentos lejos de la actividad no sólo son necesarios, sino que son el único medio para que el cuerpo asimile los periodos de entrenamiento.
Se podría resumir diciendo que el entrenamiento hace que las reservas de energía del cuerpo disminuyan, de forma que nuestro cuerpo, que no es tonto, hace que la capacidad de nuestras reservas aumente en función aumentamos nuestras cargas de entrenamiento.
Ahora bien, no basta únicamente con que la capacidad de la reserva crezca. ¿Acaso un enorme pantano sin agua es considerado reserva? el descanso es el medio que tiene el cuerpo para reponer sus reservas de energía, y en aquellos días que no entrenamos, las reservas llegan hasta los topes y permitimos al cuerpo maximizar la capacidad de las reservas.
Tras una nueva etapa de entrenamientos, nuestro cuerpo necesitará más reservas si hemos aumentado la carga de entrenamiento frente a la etapa anterior, y en las jornadas de descanso es cuando podrá aumentar la reserva y colmar el aumento de capacidad de la misma.
Un detalle importante, si tras las etapas de descanso no se realiza actividad física para reducirlas, esa energía se convierte en michelín!!! Por lo tanto, el descanso es necesario, pero abusar de forma continuada de él, hace que perdamos la forma de manera rápida.